El método de actuación de estos informes es mediante grupos de trabajo interdisciplinares que evalúan estudios científicos y publicaciones ya existentes. No se realizan ensayos científicos que determinen el riesgo. El sistema de “Monografías” es un programa para identificar peligros, no para evaluar el riesgo. Esto significa que no tiene en cuenta la exposición real al agente con relación a su potencial carcinógeno.
AECOSAN considera que esta revisión apoya aún más las actuales recomendaciones de salud pública acerca de limitar el consumo de carne, pero recuerda que, al mismo tiempo, la carne roja tiene un valor nutricional, por lo que hace una llamada a la prudencia. La información emitida hoy por la IARC es coherente con las guías nutricionales actuales.
Para evaluar el riesgo real será necesario, por tanto, esperar al informe de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria como órgano evaluador del riesgo de la Unión Europea. Sus dictámenes sirven a los Estados Miembros para realizar una adecuada gestión de estos riesgos y analizar la relación entre riesgo y beneficio derivado del consumo de los alimentos, para así emitir recomendaciones en función de esta evaluación.
Por último la AECOSAN recuerda que los beneficios de una dieta variada, moderada y equilibrada, como la mediterránea, rica en frutas, verduras, aceite de oliva, legumbres y pescado, con consumo limitado de carnes, están evidenciados científicamente, y es en ellos en los que se apoyan las recomendaciones nutricionales de nuestro país.